Presentación de "Ciudad Capital" de Emiliano Valenzuela en la FILSA 2014

Conocí a Emiliano Valenzuela hace un par de años en una de las tantas mesas largas que se arman luego de alguna lectura poética o lanzamiento literario. Supe que escribía poesía, que había sido becado por la Fundación Neruda y que además era periodista. Nos fuimos encontrando de vez en cuando y muy tarde vine a saber de su afán fotográfico. Comencé a ver sus fotos que subía en Facebook o en su blog y rápidamente me di cuenta de dos cosas: de que Emiliano era un muy buen fotógrafo y que sus fotos me producían una extraña fascinación. De este modo me hice un seguidor de las continuas imágenes que de vez en cuando Emiliano subía a la web y percibí en todo este material una cercanía innegable con la poesía. No era un fotógrafo que, además, escribía poesía, sino que con sus fotos el estaba escribiendo poesía. Sus fotos “decían” muchas cosas, y además, había un “estilo” para decirlo. No supe más que comprender que estaba viendo el trabajo de un artista en ebullición y cada vez que nos encontrábamos hablamos de ello. Luego le pedí a Emiliano utilizar algunas de sus fotos para los Cuadernos de Poesía de la Biblioteca de Santiago, experiencia que pudimos ampliar realizando un taller de poesía y fotografía.

Pues bien, me sitúo ahora en la presentación de este libro. Libro que viene a sellar una etapa que se hacía necesaria en el trabajo de Emiliano y que era la publicación de un libro o fotolibro. También se hacía necesaria una apuesta editorial para ello y es por eso que felicito a la editorial Das Kapital, a sus editores Camilo Brodsky y Tania Encina y a Andrea Josh, editora de esta colección que hoy comienza con Ciudad Capital, esta ciudad que es la línea de tránsito de Emiliano.

A partir de la publicación de estas fotografías como libro, puedo percibir y mencionar un proceso de cambio en las primeras fotos que conocí de Emiliano hasta las que se publican hoy en este libro. Al comienzo recuerdo haber olfateado una estrecha alianza estética con algunos fotógrafos como Cartier-Bresson o Larraín, en donde la ciudad es protagonista y el enfoque del azar es la esencia que prevalece. En estas nuevas fotos la ciudad también está ahí (nunca se ha ido) pero lo que sucede en ellas está más escondido, es más recóndito y subterráneo, y ese lugar oscuro es el que Emiliano ha auscultado con afán obseso, lugar donde ha disparado su cámara con desafío y destreza, y donde el punctum ya no está en el azar, sino que en la fractura, en lo abstracto, lo que sucede todos los días pero nos parece sombrío. Lo que le hacemos el quite.

Ante este mismo punto quisiera citar al poeta Gonzalo Millán, quien en una entrevista señalaba: “Lo mas interesante de Chile es lo que no nos interesa, a lo que le sacamos el cuerpo, lo que no queremos ver. Nuestra imagen desgarrada y mestiza”.

 Es de este modo que el conjunto de fotografías que componen este libro parecieran situarse siempre en la noche de la ciudad. Y cuando es de día, vemos lo que prosiguió cuando se acabo la noche de ayer. Pedazos, fisuras, extramuros, restos de vidas que se detuvieron un segundo. La búsqueda de lo oculto con la conciencia de quien sigue su propia intuición.

“La fotografía es, antes que nada, una manera de mirar. No es la mirada misma” dice Susan Sontag en “La fotografía (breve suma)”. Y es esa manera de mirar la que identifica la obra de Emiliano Valenzuela. Esa manera de enfocar con actitud punk, realismo sucio y oscuridad, hasta alcanzar ese mudo poema que se encuadra.

Ciudad Capital es, de este modo, una muestra indispensable dentro del trabajo fotográfico que se está realizando actualmente en nuestro país, en donde podemos adentrarnos al mundo fotográfico de Emiliano Valenzuela, conocer sus búsquedas y sus enfoques, los cuales nos trasladan a una realidad cotidiana con atmósferas que no pensábamos palpar. Nos sorprende, nos convoca y nos hace reflexionar a partir de estos “pinchazos visuales” que son parte de un estilo y una manera de mirar, señalando un instante que resuena fuerte y que avizora nuevos trabajos de Emiliano Valenzuela y también de esta colección que comienza hoy día. No queda más que celebrar y presenciar cada uno de nosotros y nosotras, estas fotografías.

Comentarios

Felicito a Raúl Hernández por su lúcida presentación. Ha sabido captar de manera muy aguda, el sentido que Emiliano le da a su vocación de fotógrafo, como expresión de su compleja personalidad algo fatalista. Además, escribe muy bien, en el hablar paladino que se usa para hablar con el vecino. Felicitaciones a ambos: al presentador y al fotógrafo.
Muchas gracias Rodrigo, un abrazo!