¿Qué es lo real? Quizás eso que percibimos ahora ¡ya! Y se acabó. Adentrarse en aventuras extrañas, como un circo de un país desaparecido. Un documental puede contarnos un acontecer y a la vez trastornar ciertos sentidos inmediatos. Los dibujos de Bruno Kulzcewski, de la productora Aplaplac (Peirano y Díaz, creadores de 31 minutos), llegan con esta noticia. El padre Bruno, de Queilén (Chiloé) y su historia monstruosa, de mitos, de creencias soterradas y miradas al cielo. No cabe duda en la atracción singular que producen los seres deformes que dibuja Kulzcewski. Es este escenario de intrigas en donde nace la trama de esta historia, en la cual se ven envueltos una partera del pueblo, la sospechosa aparición de osamentas de cabezas de niños en las lagunas, y la búsqueda incesante del padre Bruno por estos seres malignos, demonios que llegaban al pueblo y que había que contrarrestar. El padre tenía sus descripciones claras y certeras. De pronto aparece el juez corrupto a cargo del caso, c