DEJA QUE LOS PERROS LADREN
Hace unos días me dejé caer en la Antología de Obras Teatrales del dramaturgo chileno Sergio Vodanovic (RIL Editores, 2003). Palabras como preocupación ética, teatro realista, elemento social conllevan el prólogo que antecede a esta selección de obras. Adentrándome en ella, me interno en un título que me resulta familiar: Deja que los perros ladren. Leyendo esta obra (estrenada el año 1959), no puedo dejar de pensar en lo actual del trasfondo de ella, sobretodo en lo que respecta a la crisis ética y moral de nuestras sociedades. Y no hablo desde una perspectiva conservadora ni mucho menos. Hablo de la coherencia con uno mismo, con los ideales y utopías que como personas nos vamos trazando a medida que pasan los años. El amor, la solidaridad, la comunicación, la justicia y la convivencia en sociedad son instancias igualmente transformadas en espejismos como lo podemos ver en nuestras calles citadinas, lugares de trabajo, periódicos. La obra transcurre en el Santiago de 1959, pero no se